Cartas ciudadanas

Distinguido compañero, salud:

Como me doy perfecta cuenta de la importacia de su cargo y de sus muchas ocupaciones, es por lo que quiero distraer el menos tiempo posible su atención, para pasar seguidamente, a comunicarle lo siguiente.

Igresé en las juventudes socialista en el año 1935, cuando aun no tenia cumplido los diez y siete años de edad, habiendo prestado al partido en múltiples ocasiones todos los servicios que, como militante me correspondían, me he mantenido fiel a mis principios socialista durante todo el periodo franquista sin claudicar jamas a mis ideales. He votado, como no, la canditatura socialista en las elecciones generales y municipales, y presto al partido todo el apoyo que puedo.

Hoy a los sesenta y un año, después de tanto [sacrificio] en defensa del partido y de mis ideales socialista, me encuentro sin trabajo, sin seguridad social y sin ninguna clase de pensión devido a la represión que he sufrido por parte del regimen franquista, yo también he sido un represaliado.

Con la presente, le envio fotocopia del escrito que he cursado a la comisión de peticiones del congreso o senado acompañado de toda la documentación en la que puede usted apreciar mi historial politico.

Lo he dado todo por el partido y es la primera vez que recurro al mismo para que usted, si lo tiene a bien, pase mi petición a la secretaria juridica del mismo y preste el devido apoyo ante la comisión de peticiones de concreso o en su caso me indique los tramites a seguir y organismos a los que me deba dirigir en mi justa reveindicacion como represaliado.

En espera de ser atendido, aprovecho la [oportunidad] para saludarle muy atentamente.  

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