Cartas de líderes

Querido Presidente, querido Felipe:

Ante todo, muchas gracias por lo de ayer. La gente quedó encantada apreciando mucho el esfuerzo que hiciste por afrontar los temas en profundidad, con sinceridad y con convicción. Con muchos actos de ese estilo - ¡ya sé que no los puedes hacer todos tú personalmente! – podemos cambiar el “ambiente” y movilizar a esta sociedad. Como decía ayer no es una sociedad descreída, que no conoce lo que se juega en Europa, sino que es una sociedad perezosa, a la que hay que azuzarle para que se movilice.

Sobre la repercusión hacia afuera, en los medios, no es sino un reflejo de lo que nos pasa en los últimos tiempos. La corrupción es un tema estrella, al que no se puede responder desde actitudes defensivas. Y no todo el mundo – incluso entre nosotros – puede pasar a la ofensiva. Tú sí, tienes margen de credibilidad más que suficiente para eso. Pero la gente quiere además que les ayudemos a diferenciar entre responsables de la corrupción y víctimas de la difamación.

Un fuerte abrazo

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