Carta de Fernando Ledesma a Felipe González sobre la organización de una corriente de opinión antiabortista al inicio de los debates parlamentarios sobre la despenalización del aborto en determinados supuestos. Fernando Ledesma Bartret fue ministro de Justicia de España entre 1982 y 1988.
Madrid, 10-03-1983
Querido Presidente:
A medida que se va acercando la fecha en que comenzarán los debates parlamentarios sobre la despenalización del aborto en determinados supuestos, observo con impaciencia la creciente organización de la corriente de opinión antiabortista, desplegada a nivel nacional y basada en una poderosa infraestructura de medios de toda clase. Su objetivo creo que no es tanto el Proyecto de Ley como el Gobierno socialista.
Frente a aquel montaje, todavía no se ha articulado una actuación de signo contrario, tendente a exponer a la opinión pública nuestro Proyecto, lo que está creando en la sociedad española la imagen de una actitud defensiva y temerosa.
No creo que corresponda al Ministerio de Justicia la responsabilidad de organizar y coordinar la campaña de apoyo a nuestros planteamientos, aunque sí veo claro que en ella tienen que intervenir todas las instituciones y fuerzas sociales, sin excluir las representativas de las corporaciones científicas de más alta cualificación internacional, cuya disponibilidad, gracias a la mediación del investigador español Dr. Navarro, es absoluta. No propongo sustituir iniciativas espontáneas, sino estimularlas creando el ambiente propicio. Todo menos permanecer en la pasividad de hasta ahora. No sería suficiente ganar la batalla política si al mismo tiempo se pierde ante la opinión pública.
Cuando puedas y si te parece oportuno, me gustaría hablar contigo de este problema. No te oculto que también empieza a preocuparme el parón que han experimentado los Proyectos de Ley sobre "Asistencia Letrada al detenido" y "Habeas Corpus". Finalmente, te anticipo que, si el presupuesto para la Administración de Justicia no experimenta algunas mejoras importantes, dejaremos incumplidas gran parte de las promesas realizadas.
A tus órdenes, querido Presidente, y un fuerte abrazo.
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