Cartas de líderes

Querido Felipe:

He almorzado ayer con Alfonso Osorio aceptando una invitación suya.

Estaba preocupado por lo que califica de aumento de crispación en la vida política española, manifestando que entre todos hemos de esforzarnos por amortiguarlo. Reconociendo que, sobre todo en el campo de la imagen existe incentivada por medios de comunicación sin calidad suficiente, por mi parte le manifesté que también está alimentada por sectores de la oposición que intentan compensar la frustración perdedora por la huida hacia adelante. Es la clásica actitud ansiosa del outsider sin esperanzas.

Admite que trata de atenuar las reacciones intempestivas de Vestrynge y sus amigos, y que puede conseguirlo.

Lo admití más haciéndole notar -lo que acepta- que mientras en el derecho político existen personalidades vinculadas "orgánicamente" a la derecha sociológica, también hay quienes - dependen del poder del "patrón", y que, por tanto, lo jalean en actitudes apasionadas con el propósito de mantener sus posiciones partidarias. Esto le da pie para hablar de Fraga, y decirme que se ha intentado aconsejarle que no se presente en las próximas elecciones como candidato de C.P. a la presidencia del Gobierno pues si no se ganan -estima que rozaremos el listón de la mayoría absoluta por arriba o por abajo- deberá ser sustituido ineludiblemente y le será prácticamente imposible superar las derrotas de 1977, 1979, 1982 y 1986. En el supuesto de aceptar esa retirada cubierta con honores -v.g. de presidente de la Coalición- podría regresar a la cabeza ejecutiva de la misma, y como candidato para las legislativas de 1990.

Fraga ha dicho que no a la propuesta, y ancha es Castilla. Osorio opina que en el 86 la aparición del PDR puede restarle votos a CP más de tal modo, dada la ley electoral, que aquél no ganará diputados, y ésta los perderá.

En relación a las próximas gallegas, piensa que andaremos bien en La Coruña y que progresaremos en Orense, por la división de la derecha entre ellos y Coalición Galega. Opina que Víctor Moro no encabezará a esta última por ser muy pesetero, y que en última instancia preferirá dirigir el Banco de España en Barcelona, a un escaño en Santiago.

Avanza sus dudas que en el referéndum sobre la OTAN todo el electorado de la derecha apoye a Fraga en el voto afirmativo, ya que parte de él podrá mantener una actitud conducente a que "se fastidie Felipe González".

Por último, juzga, reiterando lo del principio, la necesidad de descrispar, distensionar el clima político y su disposición a colaborar en ello.

El primer sábado de este mes almorzó en Galdácano con el anterior y el actual presidente del PNV -Román Sodupe y Jesús Insausti-, con Michel Unzueta, con José María Makua y con otros dirigentes nacionalistas. Fue una reunión en cierto modo lúdica, y para celebrar la disposición adicional segunda de la Ley de Bases de Régimen Local, en la que tu opción ha sido decisiva.

Creo que el aparato del PNV, acabará por imponerse al grupo Garaicoetxea, aún sin ser tan optimista como alguien de aquel que a la pregunta sobre el porvenir político del ex-lendakari respondió :"Le quedan dos o tres homenajes", y estoy convencido de que nuestra relación con el PNV, -y su gobierno- puede ser larga y fecunda si no introducen los datos viscerales del pasodoble del maestro Padilla o el prólogo de D. Marcelino a la "Historia de los heterodoxos españoles", y en tal sentido lo peor sería convertir al PSE-PSOE, en los tercios de Flandes del gobierno. Comprendo que ante la peripecia europea estos datos resultarán mínimos, pero no soy responsable de la ocasión en que se producen.

La próxima semana estaré en Hungría, en el Congreso comunista.

Pasada Semana Santa ¿me podrás invitar a almorzar o cenar para hablar tete a tete de cómo van las cosas y de sus perspectivas?

Confiando en ello, quedo tuyo,

[Firmado] ENRIQUE MÚGICA HERZOG