Carta de un ciudadano a Felipe González exponiendo sus vivencias durante la Guerra Civil y la posguerra.
Madrid, 24-11-1979
Sr. Don Felipe González:
Ante todo, pido disculpas por la posible molestia que estos renglones puedan ocasionarle, pero es importante lo que he de decirle y no tengo otro remedio.
Comienzo así una pequeña historia, participándole que en nuestra Guerra Civil presté mis servicios ------, que mandaba el mejor astillero que tenía el ejército republicano, general ------. Que en paz descanse.
Retirado del frente por enfermedad, el tribunal ------ de carabineros en Valencia me declaró inútil para el frente y la Superioridad ------, el jefe me asignó servicios administrativos y me entregaron el economato de carabineros donde permanecí hasta el 20 de marzo de 1959, en que entraron los nacionales y se hicieron cargo de la capital de Murcia ------. Los jefes y oficiales, pasamos arrestados a la carcel hasta que nos destinaron a otras prisiones donde se nos justaría como [¿?]. Mi prisión en Barcelona duró tres meses, siendo condenado a muerte e indultado seguidamente para aplicarme la pena vigente, o sea, cadena perpetua.
Como no quiero molestarle más, para terminar, le diré que de prisión en prisión me pasé seis años y fui puesto en libertad.
No quiero decirle que la vida me la hacían imposible, no quisieron darme documento alguno que justificara mi profesión (apuntador teatral).
Y termino, agradeciéndole su molestia y quedando a sus ordenes incondicionales.
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Mis años 82 hacen que la caligrafía sea mala (perdón).