Carta de un militante a Felipe González informándole de su malestar porque no le hayan permitido votar en el 6º Congreso del PSOE.
Ceuta, 29-09-1994
Distinguido compañero:
Para empezar mi más expresivas gracias por tus palabras de ánimo para participar en las tareas del partido. Tengo 83 años y mucho antes de proclamarse la República el 14 de abril de 1931 en plena dictadura de don Miguel Primo de Rivera, yo ya pertenecía a los grupos de acción de las Juventudes Libertarias. Yo me autodefino como decano de la democracia ceutis, siempre dispuesto a prestar ayuda cuando el partido me nesecita, con carnet y sin carnet, por algo el grupo parlamentario socialista me honra con su amistad, entre ellos el compañero con el que compartí celda hasta el año 40 y fui condenado a 30 años después de librarme, por dos veces, del paseo ley de fuga. Entre mis amistades cuento con la crema del PSOE, los compañeros ------, asisto a los congresos y en el 6º congreso me ocurrió un caso curioso, cuando esperaba ser citado para votar no lo hicieron, protesté y las razones que me dieron fueron las siguientes, que hasta pasado un año no tenía derecho al voto, me vi tan despreciado que hubiese querido ser tragado por la tierra, ¡bochornoso!, llevo 12 años actuando como interventor de mesa en todos los comicios electorales desde la transición del señor Suárez y a la hora de votar en un Congreso Socialista no me conoce nadie; es ahora cuando hay que cerrar filas y alertarnos unos a otros antes el ataque de los carcundas facistas que sueñan con la revancha. Y quiero recordar, cuando el gobierno republicano habían empesazo a abandonar Madrid, la anciana voz del compañero Julián Besteiro se escuchó por radio proclamando una alternativa de esperanza: Me quedo con los mios, correré la misma suerte que este pueblo sin igual; lo que sea de ellos, será de mi:
Saludos socialistas compañeros.